Cocina clásica y caribeña

AGUADILLA.- Conocer al chef Carlos Rosario, dueño del restaurante Marina’s, en Aguadilla, es un verdadero placer. Es todo un personaje. Da gusto verlo tan dedicado, tan entusiasta, confeccionando sus platos.

Es que, como él mismo describió, toda su vida la ha pasado detrás de una estufa y eso es lo que ama, lo que le apasiona. Le gusta jugar con la mezcla de sabores para ofrecerle al cliente una experiencia gastronómica única.

“En Marina’s lo hago todo fresco. Desde los panes, la mayonesa y los postres. No uso nada de cubitos ni sabores artificiales. Los pescados y mariscos también son frescos. Un muchacho de Rincón que me trae langosta, carrucho, chapín, capitán, dorado y hasta el ‘lion fish’, que está de moda”, subrayó.

Rosario dijo que lo suyo es la nueva cocina, en la que apuesta al sabor. Le gusta fusionar y utilizar lo mejor de cada cocina.

“Utilizo la técnica francesa, con ingredientes locales frescos y sabor oriental. Al cocinar uso muchas frutas frescas, aceite de ajonjolí, vinagre de arroz, azafrán y salsa de soya, entre otros ingredientes diferentes”, sostuvo.

Contó el chef que se enfoca en la calidad de la comida.

“Tengo muchos clientes y la mayoría me llama y hacen sus reservaciones porque ya me conocen. Saben que si yo tengo cuatro o cinco mesas llenas, cierro las puertas del restaurante para poderlos atender bien. Es que la cocina fina es un arte, por lo que los clientes deben venir sin prisa y dejarse conquistar por los sabores”, manifestó.

Según Rosario, él puede darse este lujo de cerrar las puertas para atender a sus clientes, pues es el chef de su restaurante.

“No tengo muchos empleados, no tengo préstamos y así soy feliz. Tengo 48 años de edad y para ser mediocre, mejor me retiro”, recalcó.

Una vida de experiencia

Prácticamente, toda la vida del chef Carlos Rosario ha estado relacionada al mundo gastronómico.

Cuando él nació, su papá, Francisco Rosario “Pocholo”, tenía un restaurante en Hormigueros que se llamaba El Conejo Blanco. Su mamá, Sandra González y su abuela, Marina Acevedo, ayudaban a su padre en la cocina.

“Lo abrió en los 70 y cerró en el 2006. Yo empecé a trabajar en el restaurante de la familia en el verano de 1982. Ese fue mi primer entrenamiento. Lo recuerdo como hoy; yo tenía 12 años y mis padres guardaron mi bicicleta y me entregaron un delantal. Desde entonces, lo que he hecho es crecer en el mundo gastronómico. He estudiado y viajado mucho por Europa y Estados Unidos, comiendo en restaurantes y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR