Del código de silencio a la cooperación

Por Laura N. Pérez Sánchez

laura.perez@elnuevodia.com

Al mismo tiempo, los especialistas reconocieron que el silencio que impera en tantas ocasiones tras un crimen surge del miedo que sienten los ciudadanos porque no confían en las instituciones que se supone que velen por su seguridad.

Ante esta disyuntiva, tanto el profesor de Justicia Criminal José Martínez como la sicóloga Mercedes Rodríguez apuntaron hacia las comunidades como la base desde la que se puede educar a los ciudadanos sobre la importancia de actuar de forma solidaria.

"No tenemos que esperar a que a mí me pase la situación o a que yo viva la experiencia para podernos involucrar porque es responsabilidad de todos", dijo Martínez a la actitud de algunos que dicta que "en la medida en que a mí no me toque, no es mi problema".

Esta actitud está tan extendida que, hace un año, la Cámara de Representantes realizó una investigación para determinar por qué las autoridades se quejan cada vez más de que los ciudadanos no cooperan con sus investigaciones.

Según el informe de las comisiones de lo Jurídico y de Ética y de la de Seguridad Pública, emitido el 4 de marzo del 2010, las razones de los ciudadanos son muchas y complejas, pero se centran en la falta de confianza en las instituciones, el miedo a represalias y lo accidentado y engorroso del proceso judicial.

Rodríguez, por su parte, recordó que para vivir en sociedad existen unas normas no escritas que deben respetarse, y que ellas surgen de los valores como el respeto y la dignidad...

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