'Lo cogí como ejemplo'

Por Antolín Maldonado Ríos

arios@elnuevodia.com

El primero les llegó por vía de la 'adopción', cuando el puertorriqueño Roberto Clemente, que antes había visitado su tierra en par de ocasiones, pereció en un trágico accidente aéreo mientras llevaba artículos de primera necesidad y alimentos para las víctimas del terremoto que días antes de su muerte el 31 de diciembre, había azotado el país centroamericano.

El otro, hijo de sangre nica, es el exlanzador Dennis Martínez, quien tiene la particularidad de haber conocido a Clemente cuando tenía apenas 18 años y ya figuraba en la selección de su país. Y al igual que tantos ciudadanos de su país agradecen la gesta de Clemente, que por ayudarles en el momento de crisis dejó su hogar, su familia y su Isla, Martínez también puede hablar del orgullo de haber llegado al máximo nivel como jugador, el mismo que comenzó a anhelar desde su efímero y distante encuentro con el Astro Boricua.

"En mi plano personal, y hablando también por Nicaragua, estamos agradecidos por lo que Roberto estuvo decidido a hacer, a dar su vida para ayudar al necesitado. Él como ser humano que le tocó estar anticipadamente allá, porque participó en el Mundial de 1972 en Managua, creo que le llenó de inspiración ese corazón de bondad y cariño hacia él que sintió en nuestro país", dijo vía telefónica desde Miami a El Nuevo Día, el otrora lanzador de los Orioles de Baltimore y los Expos de Montreal, entre otros equipos de las Mayores.

"Eso lo empujó a llevarlo a ese desafortunado fin. Tú llegas a pensar, ¿lo haría yo? Esa es una pregunta que sería bueno que nos la hiciéramos nosotros mismos. ¿Haría yo lo mismo? Es el mensaje que Dios nos da a todos; hacerlo por el prójimo".

Martínez, un brillante pitcher derecho que en dos ocasiones quedó entre los mejores cinco en la votación para el premio Cy Young (en 1981 en la Liga Americana y en 1991 en la Nacional), jugó un total de 23 temporadas en las Grandes Ligas, de las cuales tuvo 15 con 10 o más victorias.

De más está decir que aparte de ser el primer nicaragüense en llegar a las Mayores en el 1976, apenas cuatro años después de conocer a Clemente, también ha sido el más grande jugador que ha dado ese país.

Por eso, sus palabras cobran relevancia cuando recuerda al eterno número 21 de los Piratas de Pittsburgh, alguien con quien ni siquiera se atrevió a cruzar palabras, pero que quedó profundamente marcado de todos modos. "Eso (el sacrificio de Clemente) impactó mi vida como hombre...

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