La cola de Colón

JALIL SUED BADILLO

HISTORIADOR

Nuevas investigaciones sobre su vida nada ejemplar, su asociación a los inicios de la esclavitud negra, la explotación de la América indígena, en fin, al inicio y a los efectos del colonialismo, dieron al traste con su figura. Su identidad como judío converso dio al traste también con el apoyo católico y español.

Sumando, Colon no es buena apuesta hoy como imagen edificante. Eso lo ignoran muchos alcaldes boricuas, como ignoran la historia y la cultura de sus constituyentes. Un gigantesco adefesio que jura representar al viejo almirante, hecho por un artífice ruso, ronda nuestras ciudades por años buscando asilo.

Pero el feo y costoso espantajo no tiene simpatías populares y la mera custodia de sus piezas es muy gravosa. Ahora, con la crisis económica aumentada y el auge del desempleo, la estatua de Colon se ventea como solución mágica y hasta como atractivo turístico. Casi compite con la Vía Verde como solución a nuestros males económicos.

En...

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