El colmo de economizar

Por Marie Custodio Collazo

mcustodio@elnuevodia.com

Voy a empezar desde lo más trivial hasta lo más serio, con casos que conozco y cuyos nombres me reservo para evitar que me borren de Facebook.

Todos conocemos a alguien (o somos nosotros mismos) que se ha vuelto fanático de los productos genéricos. Como me dice una amiga "Pancha", todo en tu alacena tiene una "etiqueta blanca".

Por favor, sigue leyendo antes de que me envíes un email condenando mi párrafo anterior. En el pasado he sugerido la sustitución de artículos de marcas por los genéricos como una forma de ahorro, pero si ya lo has hecho debes coincidir conmigo en que hay productos que no tienen la misma calidad.

Pancha se incluye entre los fanáticos de las "etiquetas blancas", pero confiesa que algunos detergentes no son tan efectivos como los de marca, y que el jabón de bañarse le reseca la piel. Entonces, el baratillo termina costándole más porque tiene que usar más detergente y comprar crema humectante.

Una alternativa bastante difundida es aprovechar los especiales en tus productos favoritos. Pero también puedes hacer la matemática, quizás sales mejor comprando la marca que te gusta porque te dura más o te evita otros gastos adicionales.

Lo mismo va con los artículos que echan a montón por chavo en unas canastas con letreros que leen $ 1 y $ 2. El riesgo con esos es doble, primero porque puedes estar comprando algo de calidad muy inferior que se romperá o dañará más rápido. Si es un objeto que sólo necesitas para resolver está chévere, pero si le vas a dar mucho uso, quizás salgas mejor con el original. El segundo riesgo de estas canastas de a $ 1 es que como "está barato", te pones a rebuscar y acabas adquiriendo cosas que no necesitas y posiblemente nunca vas a usar.

Para seguir en la onda de los refranes, hay eventos en los que uno debe reconocer las limitaciones en términos de conocimientos y destrezas mecánicas.

El gotereo de una pluma puede ser causado por una simple zapatilla gastada, pero si no sabes hacer la reparación, podrías acabar rompiendo la tubería. Aparte de tener que pagarle al plomero, quizás hasta tengas que incurrir en gastos adicionales si hay que romper la pared para llegar a la parte afectada. Sin contar con las pérdidas si el tubo roto te inunda la casa.

Ah, y quién no tiene una historia de un carro con un "fallito" que un vecino o amigo bien intencionado se ofreció a reparar, sólo para terminar con una cuenta kilométrica en el mecánico.

Corriéndome el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR