Colón tiene miedo

Por Las Tres

-Cero alboroto en esta casa, advirtió Carmela a Milimari, a Manolo y hasta a Zucarita que parecía entender la tensa situación y maullaba a medio tono.

Pero la cotidianeidad se imponía. Dio un brinco cuando Milimari intentó matar una mosca con la chancleta, se azoró cuando Manolo dejó salir aire de la goma de la bicicleta y peor le fue cuando la olla de presión anunció que la carne ya no estaba como palo.

-Tienes que tranquilizarte. Yo creo que ya debes buscar ayuda porque estás demasiado ansioso, recomendó Carmela.

-Puedo bregarlo solo, aseguró Manuel.

-Esta mañana ibas sudando de camino a la panadería.

-Hacía calor.

-No puedes llegar así mañana a la escuela, no vas a tolerar el alboroto de la muchachería. ¿Por qué no faltas?

-Porque no estoy enfermo.

-Estás enfermo y es normal estarlo. Lo de los tiros fue algo traumático.

-No tengo fiebre, aseguró Manuel luego de tocarse la frente, y tiros hay todos los días en este país.

Carmela se rindió. Por el momento.

Temblando, Manuel repartió el clan entero la mañana del lunes. Tenía menos paciencia que nunca en el tapón...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR