Colorido juego de ilusiones

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

"Este trabajo resultó de 'Vortex', así que 'Volho' es una especie de primo", manifiesta Ramos sobre la muestra precursora que tuvo lugar en el 2008.

Si en aquella ocasión propuso el concepto de movimiento de aire en color, ahora no se aleja demasiado de la propuesta.

"Estoy empezando una nueva vida", dice aludiendo a su retiro luego de 34 años de labor en una línea aérea.

"Es una nueva vida, estoy removiendo todo y a lo mejor ese movimiento se refleja en este trabajo plástico que hice. Aquí hay un montón de color, no es para nada fúnebre o deprimente. El trabajo tiene que ver con la evolución que todos experimentamos, con el movimiento de aire y agua", señala.

Vortex, Volho, Zeora, Padot, Seccai, todas las palabras con que nombra sus piezas fueron inventadas por él. "Tienen dos sílabas, me suenan como algo que no es estático", indica el creador de arte abstracto que afirma que esta serie plástica demuestra un "brochazo más detallado".

"Son más largos, más finos, es un pulso buenísimo y gracias a Dios que está así", apunta. "Por ejemplo, en "Padot" hay un brochazo larguísimo que va de un lado a otro, sin interrupción; empieza donde quiero y lo sigo sin idea de dónde va a terminar. Siempre hago las cosas porque me caen en el sistema y cuando acabo la obra me cae bien mirarla y ver que tienen mi sentido de perfección".

Bastante caprichoso es el término y, sin lugar a...

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