Combatiente incansable

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Pero eso comenzó a cambiar a principios de este año, cuando organizó y encabezó el encarcelamiento simbólico que hace unos meses realizaron figuras públicas en cuatro lugares de Puerto Rico, para reclamar al gobierno de Estados Unidos la liberación del preso político puertorriqueño Oscar López Rivera.

Aunque a nivel local se dio a conocer en la década de 1960 por su activismo contra la Guerra de Vietnam, al punto de que fue carpeteado por agencias de inteligencia de Estados Unidos, donde realmente hizo su nombre fue en el campo de la investigación médica.

Le sirvió de escenario durante 28 años el Centro de Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston. Acciones en su contra en sus años de universitario no impidieron que este hombre de mediana estatura y abundante barba se graduara de medicina en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico en 1970. Luego realizó internados en el Hospital Universitario y llegó al MD Anderson, desde donde publicó más de 300 artículos e hizo noticia en foros médicos y científicos de todo el mundo.

En uno de tantos viajes hasta llegó a coincidir en un aeropuerto con el expresidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela. La foto que selló el momento la exhibe en su oficina; su barba lucía igual de abundante, pero más negra que ahora.

A principios de la década de 2000 volvió el médico a acaparar titulares en en Puerto Rico al regresar para dirigir y desarrollar el Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo. En el 2009 se convirtió en el primer puertorriqueño en recibir el Premio de Investigación Gerald P. Bodey que otorga MD Anderson. También ha sido eje de polémicas por su apego a la ciencia estricta y sus críticas a trabajos en áreas de la naturopatía y las terapias con células madre. Pero lo que más resonancia ha tenido en estos meses dentro y fuera de Puerto Rico ha sido su liderato en la campaña por lograr la excarcelación de López Rivera, un compatriota cuya historia compara, precisamente, con la de Mandela.

"Nunca he perdido la capacidad de indignarme. Cuando veo una injusticia me hierve la sangre", apuntó al inicio de nuestra conversación durante esta entrevista en la que reflexionó sobre sus logros y fracasos, la industria de la salud, y el status político.

¿Qué le inspira para trabajar?

Soy una persona con mucha curiosidad y puedo fácilmente interesarme en un tópico y apasionarme por un tópico, y me...

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