Combatientes de fuego
Por Osman Pérez Méndez
osman.perez@gfrmedia.com
Según relataron, pasaron 18 días fuera de la Isla, 14 de ellos luchando contra las llamas en los bosques. Su misión específica: apagar los primeros focos de llamas, lo que llaman "ataque inicial".
"Cada reporte de incendio que había en esa zona, nosotros éramos los primeros en llegar", explicó el sargento Luis Sáez, uno de los tres jefes de escuadra de la brigada, aclarando que, aunque habían estado antes apagando incendios forestales en otros estados, "esta fue la primera experiencia de los bomberos de Puerto Rico como ataque inicial".
De acuerdo con el jefe de la brigada, Gabriel Gutiérrez, hacía ya cinco años que el grupo especializado en combatir fuegos forestales no acudía a apagar incendios fuera de Puerto Rico. Sin embargo, este año fue tal la magnitud y cantidad de incendios en los Estados Unidos continentales, que activaron a la brigada boricua, que se compone de personal del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, el Servicio Forestal, el Servicio Nacional de Parques y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
"Necesitaron apoyo, había incendios en Idaho, California, Colorado, varios grandes a la vez", indicó Gutiérrez. "La mayoría fueron provocados por rayos. Había más de 200 brigadas activadas en los diferentes incendios".
La tropa de Puerto Rico se apuntó haber contenido cuatro incendios.
"Allí estábamos, nosotros abajo, con el apoyo de los aviones y helicópteros, y de los bomberos que se tiran desde los helicópteros y caían encima de nosotros", narró Sáez.
Con cada vez más emoción a medida que daban detalles, los bomberos explicaron con orgullo que, a diferencia de otras brigadas que hacen brechas de contención de 12 pulgadas de ancho, ellos están acostumbrados a hacer brechas de 36 pulgadas. Las brechas, detallaron, son las líneas en forma de zanjas que abren en la tierra y que usan para separar los fuegos y así contenerlos.
"Hubo ocasiones en que tuvimos que fortalecer las brechas que habían hecho, a ellos les tomó ocho horas y nosotros lo hicimos en dos horas", dijo Gutiérrez con orgullo.
Lo fundamental, no obstante, "es que gracias a Dios no tuvimos ningún accidente. Regresamos todos sanos", sentenció Gutiérrez.
Sofocar llamas en los grandes bosques del continente es algo muy diferente a trabajar en los fuegos de maleza de Puerto Rico, según relataron, casi a coro, los miembros de la brigada.
No se trata solamente de que sean...
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