Una comedia diferente

Por Rosalina marrero-rodríguez

rosalina.marrero@gfrmedia.com

Tita Guerrero encamina su primer programa en solitario temiendo que la gente se canse de ella. Y qué bueno que lo tenga consciente, porque, aunque es la figura central de las viñetas, el libreto y sus transformaciones para los personajes logran transportar al tema que aborda cada sketch o parodia.

Algo que también aporta a despejar la atención en torno a ella es el acompañamiento de un elenco, que no será fijo cada semana, pero para su primer día resulta tan talentoso como diverso. Sorprende, por ejemplo, encontrar en pantalla a las experimentadas actrices Luz María Rondón y Marilyn Pupo, así como a sus colegas Gerardo Ortiz, Willie Denton, Suzette Bacó y Cristina Sesto, y descubrir al libretista y escritor de teatro Javier Del Valle tras bambalinas en uno de los sketches.

El programa de media hora arranca directo al grano ubicando a Tita Guerrero en un salón de conferencias en función de publicista. Ésta ofrece los últimos detalles de su más reciente campaña ante unos clientes que quedarán al descubierto una vez tengan que compartir sus respectivos correos electrónicos. A partir de este punto, las comedias se intercalan con las intervenciones de la anfitriona desde su montado camerino.

Son estas apariciones de Tita Guerrero la falla del proyecto producido por Lorna Otero. Quizás por tratarse de un programa grabado, la comediante pierde espontaneidad en el momento en que tiene que ser tal cual es, luce sobreactuada, como si cada palabra dicha y movimiento hecho estuvieran ceñidos a un libreto.

Entre los aciertos observados de la primera emisión están la parodia que hace de un...

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