COMPETENCIA DURA EN EL MERCADO DE PAVIMENTOS

En Puerto Rico hay alrededor de 24,000 kilómetros de vías de rodaje, en las que el gobierno estatal y los municipios invirtieron $3,278 millones en construcción y reparación durante los últimos 10 años. Esto equivale a una inversión anual de $328 millones, proveniente de fondos locales y federales.

Es una inversión que ha estado bajo el escrutinio público debido al deterioro de muchas carreteras del país, que queda en evidencia cada vez que un vehículo de motor sufre las consecuencias de haber caído en los hoyos que se forman en las vías.

También es una inversión de la que se nutre un mercado en el que compiten los productores de concreto u hormigón con los de asfalto o brea, que son los principales materiales que se utilizan para pavimentar las vías de rodaje. En ese mercado, que durante décadas ha sido dominado por el asfalto, los competidores trabajan en nuevas tendencias y tecnologías de pavimentación para aumentar su participación, en momentos en que los fondos gubernamentales disponibles para estos trabajos podrían continuar su tendencia a la baja debido a la precaria situación fiscal del Estado.

De acuerdo con Carlos Contreras Aponte, secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) y director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), para el presente año el gobierno cuenta con $138 millones, asignados por la Administración federal de Carreteras para diseño, estudios de viabilidad, procesos de planificación y proyectos de reconstrucción de las vías públicas. Las agencias que lidera Contreras son las que tienen a su cargo unos 8,100 kilómetros de carreteras estatales, que son una tercera parte del total de las vías. Las otras dos terceras partes caen bajo la jurisdicción de los 78 municipios, aclaró el funcionario.

La ACT tiene a su cargo el mantenimiento de unos 200 kilómetros de autopistas, labores para las que subasta los proyectos a contratistas, mientras que las brigadas del DTOP se encargan de mantener el resto de las vías estatales. De esta ecuación quedan fuera los 88 kilómetros de las autopistas PR-22 (de San Juan a Hatillo) y PR-5 (en Bayamón), que están bajo la jurisdicción de la alianza público privada con Metropistas.

Al decidir qué material utilizar para pavimentar o rehabilitar una vía, se toma en cuenta el costo, la durabilidad, el uso que se le dará, la cantidad de vehículos que deberá soportar y el tiempo que tomará reabrirla al tráfico, entre otros factores. Indicó que el concreto se utiliza mayormente en autopistas y puentes, mientras que el asfalto domina en el resto de las vías, sobre todo en los trabajos de rehabilitación de proyectos existentes.

“En cuanto al costo inicial, una carretera de hormigón es mucho más cara que una en asfalto. Ahora, la realidad es que la duración de una carretera de hormigón es mucho mayor”, comparó Contreras.

“En asfalto...

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