Se complican los problemas sociales

UTUADO. - Jennifer Soto regresó a su casa en el poblado Ángeles y vio todo el techo destruido. De allí pudo sacar algo de ropa y algunos de los juguetes de sus hijos que no se dañaron con el paso del huracán María.

Desde que pasó el ciclón, no sabe de su pareja. Él salió a Trujillo Alto para ver si sus padres estaban bien. Supone que el problema con los abastos de gasolina en Puerto Rico le impiden regresar.

Piensa que su casa puede tener arreglo y quisiera recibir un toldo, pero no lo ha conseguido.

“Se le fue el techo completo. Es un caos con los cantos de madera y zinc por todos lados. Si por lo menos pudiera cubrir el techo iba allá a limpiarla”, dijo Soto, de 29 años y madre de tres niños.

En el barrio Ángeles de Utuado, una apartada zona que colinda con el pueblo de Lares, para el sábado no se había recibido ayuda para los damnificados salvo por los suministros de aseo, ropa y limpieza de la Cruz Roja Americana y algunas iglesias.

Maltrato conyugal

En el grupo de personas refugiadas también estaba Esther (nombre ficticio para proteger su identidad) llegó al refugio con el dedo meñique de su mano izquierda fracturado, su hombro dislocado y su...

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