COMPROMISO CON EL LEGADO
Por Marie Custodio Collazo
mcustodio@elnuevodia.com
Esta es la motivación de los líderes de B. Fernández y Hermanos, firma local que surgió en 1888 con la compra de un colmado en Viejo San Juan y hoy es una importante distribuidora, con ramas en la manufactura de alimentos, y otras áreas de negocios.
"Hay un legado importante de nuestros antepasados y un compromiso nuestro de seguir esa labor que hicieron, titánica en aquellos años... tenemos una responsabilidad de mantener esos valores familiares y ese legado de prosperidad y de mantener la corporación con unos derroteros de éxito como ha sido hasta ahora", afirma José Teixidor Méndez, principal oficial ejecutivo (CEO, por sus siglas en inglés) de B. Fernández.
Si bien se trata de una empresa familiar -fundada por los hermanos Bernardo, José y Constantino- con el paso de los años se profesionalizó y hoy opera con métricas y estándares comparables a los de empresas internacionales.
"Cumplir 125 años significa que hemos tenido una gran capacidad de innovar y adaptarnos, tanto con las marcas que representamos, como con los servicios y ofrecimientos a nuestros clientes", dice Ángel E. Vázquez, presidente de la séptima compañía más antigua de Puerto Rico. "Ese viaje interminable de identificar productos que apelen al paladar de nuestros consumidores con el valor adecuado para la empresa es lo que nos ha traído hasta aquí y nos llevará al futuro".
Teixidor reconoce que el ambiente económico de Puerto Rico está complicado, pero puntualiza que el negocio ha enfrentado periodos incluso más difíciles -como dos guerras mundiales, una gran depresión y huracanes devastadores- y salió airoso.
No obstante, los ejecutivos aceptan que el segmento de la distribución hoy es más complejo que cuando B. Fernández incursionó en el mismo, en la década de 1930.
Y mientras otros negocios podrían interpretar ese escenario como el momento para aguantar las inversiones y los gastos, B. Fernández construyó un almacén nuevo de 92,000 pies cuadrados, para un total de 250,000 pies cuadrados en su centro de distribución en Bayamón.
"Para manejar los costos eficientemente, nos hemos apalancado en nueva tecnología combinada con rediseño de procesos. Un perfecto ejemplo de ello es la nueva expansión del almacén donde construimos en un espacio de terreno 40% más pequeño que el existente, pero con el doble de la capacidad. Esto fue posible con nueva tecnología de equipos, sistemas y procesos", señala Vázquez.
Mientras recorría...
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