Confeccionan receta de un sueño

Mpares@elnuevodia.com

El encuentro tuvo lugar en el restaurante Laurel, ubicado en los predios del Museo de Arte de Puerto Rico, donde Maya Rosario y su familia se trasladaron desde Cabo Rojo para que el joven tuviera una lección personalizada con Pagán, el dueño del local, quien coordinó el junte tras conocer su historia y su deseo de ser cocinero a través de las páginas de El Nuevo Día.

Junto a sus padres, cuatro hermanos y abuela materna, Armando entró algo tímido al restaurante. El brillo en su mirada denotaba la emoción que sentía ante la oportunidad que Pagán le ofrecía de aprender más de lo que aspira se convierta en su carrera.

"Gracias", alcanzó a decir el joven visiblemente emocionado.

Minutos antes, el chef había adelantado la agenda de trabajo que tenía preparada para Armando: presentarle las distintas estaciones de comida, las labores distribuidas en la cocina y que conociera en plena faena a los otros cocineros que lo ayudan en la confección de los platos. Además, Pagán ayudaría a Maya Rosario a crear un plato que luego incorporaría en el menú de su otro restaurante, Lemongrass (en el Hotel Caribe Hilton).

Ya en el interior de la cocina, el joven se familiarizó con la estación de las carnes, pescados, salsas, frituras, ensaladas, panes, postres... Entre el aroma de mayonesa, ajo y otros condimentos, Maya Rosario, quien estudia artes culinarias en la Escuela Superior Vocacional Doctor Pedro Pérez Fajardo, en Mayagüez, entró en calor.

Ataviado con la característica indumentaria de chef, el adolescente parecía otro cocinero del local. Como dos socios, Armando y Mario se sentaron en un rincón del restaurante y diseñaron un plato a base del tipo...

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