Consternados tras extraña muerte en Bayamón

Por Daniel Rivera Vargas

end.drivera2@elnuevodia.com

Si bien es cierto que el joven, a punto de graduarse de Pedagogía de la Universidad de Puerto Rico, era un fanático de las artes marciales y la cultura "pop" japonesa, la personalidad tranquila y hasta tímida del muchacho de 21 años de edad, contrastaba con la horrenda escena que enfrentó su padre en la noche del martes cuando lo halló tirado en su cuarto sobre un charco de sangre.

"Era un muchacho bien humilde, bien estudioso, se la pasaba dibujando", dijo su vecino, el boxeador olímpico Jeyvier Cintrón Ocasio. "Era un angelito, como dicen por ahí. Yo no lo podía creer. Cuando me llamaron anoche les dije; '¿cómo va a ser?'" dijo el atleta, quien contó que una vez vio una espada en el cuarto de Win, como apodaban al joven Edwin.

"Era un muchacho bien tranquilo, salía de su casa a la escuela y por la tarde regresaba; de verdad que lo que ha pasado nos ha dejado consternados", afirmó otro vecino Jesús Burgos.

El Nuevo Día supo que era estudiante de buen promedio, con carga académica completa.

El teniente Rafael Rosa, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Bayamón, dijo en la tarde de ayer que esperan informes del Instituto de Ciencias Forenses (ICF). No se descartó que fuera un suicidio o un asesinato, aunque se clasificó como "muerte sospechosa".

La teoría del suicidio se plantea por la presencia del sable samurái ya que justamente, esta arma se vincula con el ritual suicida conocido como haraquiri. Quien decide quitarse la vida de esta forma entierra el sable en el estómago y lo corta, explicó el cónsul japonés en Puerto Rico Manuel Morales. Según explicó, esta era una forma "honrosa" de morir común entre los samuráis.

Sin embargo, el cuerpo de Edwin mostraba una herida en el pecho...

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