Constructores repiensan a Puerto Rico tras María

Los huracanes Irma y María provocaron que la Asociación de Constructores cambiara no solo la fecha de su convención anual, sino también el enfoque, expresó el arquitecto Ricardo Álvarez Díaz, presidente de la organización.

“Con lo que hemos pasado en Puerto Rico, entendimos que tenemos un rol en el redesarrollo y es nuestra obligación no cancelar la convención, sino integrar los temas relevantes hoy”, explicó sobre el evento pautado para este jueves, 9 de noviembre en el hotel Sheraton del Distrito de Convenciones.

“Traemos las lecciones aprendidas en Katrina, en Sandy, sin olvidar la realidad de que todavía estamos en una situación fiscal seria. Traemos a la mesa el tema de la energía, esa situación de cuál es el Plan B cuando todo falla, que es lo que acabamos de vivir”, detalló Álvarez Díaz.

Además, como organización profesional, procuran reforzar su rol educador, de cara a una multimillonaria reconstrucción que no debe cometer errores del pasado, recalcó.

“La visión de la ACPR no es construir por construir. Es construir luego de planificar. Hay que diseñar primero”, planteó, antes de aclarar que la premura no es excusa, porque el proceso de planificación se ha trabajado por años y toca ahora ejecutarlo.

Compartir las lecciones de Katrina estará a cargo de Jon Luther, principal oficial ejecutivo de la Asociación de Constructores de Hogares (HBA) en la región de New Orleans y áreas aledañas.

“Llevaba en el puesto solo siete días cuando azotó el huracán Katrina”, recordó sobre el catastrófico evento en agosto de 2005.

HBA, con una matrícula que ronda los 1,000 miembros, se dio a la tarea inmediata de buscar cómo contactar y confirmar que sus integrantes estuvieran bien.

Rápidamente se percataron de que “muchos de nuestros constructores perdieron sus hogares y también sus negocios”, expresó.

De esa primera etapa surgió la primera lección, una de las varias que compartirá con la audiencia de la Convención el próximo jueves.

“Hay que cerrar la brecha de financiamiento”, sostuvo.

“Nuestros miembros aún tenían una empresa que operar, tenían nómina, negocios que atender y estaban diezmados”, indicó.

Aunque haya seguros que reclamar y fondos públicos que solicitar, Luther indicó que la realidad es que rara vez se materializan a tiempo.

“Una de las lecciones más grandes es que, antes de un evento como este, hay que tener relaciones con instituciones financieras, que uno tenga listo una fuente de acceso a capital”, abundó.

Luther aclaró que esto se...

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