El corazón de la fama
Por Marcos Billy Guzmán.Especial El Nuevo Día
FOTOS ÁNGEL LUIS GARCÍA
La escena se remonta al 29 de enero del pasado año, cuando Enrique Iglesias, conocido ya por ser dueño de una coquetería que enardece, estrenó su gira mundial "Euphoria" en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.
De ese momento, Michelle Pérez recuerda poco. "¡Me desmayé dos veces!", confiesa la mujer de 34 años, "pero fue uno de los mejores momentos de mi vida".
Más calmada que aquella noche, nos abre las puertas del hogar que ha forjado en Canóvanas. En su cuarto ni hay libros, ni cuadros. La única lámpara alumbra cerca de su pequeña cama, donde ha adornado una pared con cientos de imágenes del cantante español, su "maridito", como prefiere llamarle.
"Llevo 12 años recortando fotos de mi esposito y pegándolas en mi espacio. Se ve brutal, porque es bello y está tan bueno que me lo como vivo", enfatiza. "Vivo por él".
Como ella hay millones alrededor del mundo. Los hemos visto capturados en vídeo mientras se mareaban en algún show de Michael Jackson, enardecían en los 60 por Los Beatles y aún enloquecen ante la presencia de figuras como Madonna. Se trata del fanático de artistas, el otro protagonista de la cultura popular.
En Puerto Rico, la adolescente Sulma Ribni Vázquez es una que venera a dos celebridades como si fueran dioses del Olimpo. Al cantante Luis Fonsi dice amar porque "me robó el corazón", mientras describe al actor Zac Efron como "el dueño de mi almohada". Dentro de su casa en Guánica, la adolescente le ha prendido una vela a ambos en un altar lleno de dibujos y fotografías.
"Nunca los he conocido, pero eso va a cambiar. Sé que un día nos veremos. Ya los tuve muy cerquita una vez, ya que los perseguí en San Juan y Los Ángeles. No logré tocarlos, pero lo haré, pues tienen que saber lo mucho que los amo... Este amor no es en vano", cuenta la joven de 18 años.
Así mismo pensaba la añasqueña Marian Morales hasta que llegó a los 17 años y decidió que ya era hora de esconder las imágenes del reguetonero Daddy Yankee con las que por muchos años decoró su alcoba.
"No creo que el cuarto de una universitaria se vería bonito lleno de periódicos amarillos... Hay un nivel al que uno llega que siempre quieres verlo en todas partes, pero ya no lo ves así cuando estás en otra mentalidad o enfocado en algo más importante. Ahora tengo 19. Me gusta Yankee, me encanta todo lo que haga y dice, pero antes era como una obsesión. El amor hacia él siempre estará, pero de...
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