Cortesía

Nanny Torres

REPRESENTANTE DEL LECTOR

Me había pronunciado en contra de esa jerga melosa como "amol", "mi vida", "cariño", "negrita", "bebé" y el fastidioso "mai". Y cuando creía que ya había escuchado todo tipo de manifestación de cariño impropia, me sorprenden con una de la que aún no me recupero.

La semana pasada entré a una tienda a comprar unos artículos del hogar y cuando me disponía a pagar, una voz masculina de lo más melodiosa me preguntó: "Mamisonga, ¿encontraste todo lo que buscabas?".

Como quedé muda, por la impresión, volvió y me preguntó, esta vez sin el "songa" sólo con el "mami". "¡Todo!", exclamé.

Válgame, a donde llega la confianza. Es que a quien no le gusta el caldo, le llenan la taza.

Días después del "cariñito" recibí la carta del lector William Andrade Santiago, de San Juan, en la que expresaba su descontento con la falta de cortesía en el país.

"En muchas ocasiones usted se ha enfrentado a situaciones donde el trato y la atención recibidas no son de su agrado. Más bien la experiencia nos dice que cuando el trato es al público, los resultados son desastrosos.

Actualmente el saludo cordial de unos 'buenos días', '¿en qué puedo servirle?', '¿cómo le puedo ayudar?', 'estamos a sus órdenes', han...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR