Crece el apetito por las tragamonedas

Por Andrea Martínez

amartinez@elnuevodia.com

"El problema mayor es el costo de la energía eléctrica y, por la recesión que hay en el país, la gente se abstiene de jugar", opinó Miriam Meléndez, una jugadora entrevistada por El Nuevo Día durante un recorrido por dos establecimientos con máquinas tragamonedas en el centro comercial Canton Mall, en Bayamón.

Estos casinos no son regulados por Turismo, Hacienda o el Comisionado de Instituciones Financieras.

Durante el recorrido se pudo constatar que los jugadores eran en su mayoría personas retiradas. También se observó algunas damas jóvenes e incluso niños pequeños revoloteando a su alrededor.

Meléndez es retirada y suele jugar "como mucho $ 25 por visita". Aseguró que "yo he ganado más de lo que he perdido", para luego indicar que en una ocasión ganó $ 200 en efectivo jugando en el establecimiento Pirates of the Sea, donde ayer dos empleadas ofrecían entremeses y refrescos a los jugadores en el local de unas 20 máquinas.

Meléndez confesó que ahora frecuenta Pirates of the Sea, dejando atrás sus visitas a los casinos de hotel, ya que no cuenta con $ 200 para gastar por visita además de los gastos de estacionamiento en los que incurría.

Por su parte, María González, retirada y residente de Bayamón, sostuvo que cambia un billete de $ 10 y, cuando se le acaba, deja de jugar. Si recupera el dinero, dijo, sigue jugando. "Juego como un...

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