CON CREDENCIALES DE ESTRELLA

n una plantilla repleta de estrellas, la labor ofensiva de Jorge Posada parecía perderse entre las estadísticas generales del equipo. Pero el año 2000 significó el despunte de Posada con su ofensiva.

Joe Girardi, el otro catcher de la novena, abandonó a los Yankees y Posada quedó a cargo de la receptoría del equipo (que venía de ganar tres títulos en los últimos cuatro años) a tiempo completo.

A Posada no le tembló el pulso. Sin llamar mucho la atención, acabó la temporada de 2000 con promedio de bateo de .287, 28 vuelacercas y 89 carreras impulsadas. Además, ayudó a los Yankees a ganar su tercera sortija seguida y la cuarta en cinco años, cuando derrotaron a los Mets de Nueva York en la tan recordada Serie del Subway.

Además, hizo su primera aparición en el Juego de Estrellas y ganó su primer Bate de Plata.

Por las siguientes siete temporadas, el boricua acumularía estadísticas que le colocaban en la elite entre los receptores: .283 de promedio de bateo, 183 cuadrangulares, 1,097 inatrapables, 716 carreras remolcadas y 608 anotadas, incluyendo un 2003 de ensueño en el que se fue para la calle en 30 ocasiones y remolcó a 101 compañeros en las bases -la suma más alta en toda su carrera para una sola temporada- y un 2007 en el que bateó para .338, con 171 inatrapables y 42 dobletes.

Ese año, se convirtió en el único catcher en la historia de las Mayores en acumular más de .330 de bateo, 20 cuadrangulares, 40 dobles y 90 carreras remolcadas en una sola temporada.

El 2008, sin embargo, trajo consigo el primer traspié en su carrera. Apenas vio acción en 51 partidos luego de sufrir una seria lesión en el hombro derecho para la que necesitó intervención...

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