'¿Tú crees que yo me muera de esto?'
Por Yaritza Santiago Caraballo
Fue el 11 de mayo del 2006. Esa tarde llovía en el sector Las Piedras del barrio Cocos, en este municipio, conocido como la Guarida del Pirata.
Juan José Pérez Rodríguez, apodado "Juangui", llegó a su pequeña residencia ubicada en dicho sector pues, según alegan vecinos entrevistados, su pareja, Ana Josefina Betances Reyes, conocida como "Josie" y quien hoy figura en la lista de Los Más Buscados por la Policía, lo llamó por teléfono para que acudiera a la casa a comer.
El hojalatero, quien para ese tiempo tenía 43 años, respondió a la invitación. Comió y se marchó a su cuarto para descansar un rato.
Se quedó dormido, probablemente sin imaginar que, durante su siesta, la mujer con la que llevaba viviendo dos meses acabaría con su vida.
Fue una tragedia que, ocho años después, persiste en la mente de familiares y amigos del sector Las Cuatro Calles, donde la víctima se crió, y en Las Piedras, donde residió.
No es para menos ese lamento colectivo pues, para algunos conocidos, la forma en que Pérez Rodríguez murió fue muy cruel.
Ese 11 de mayo, cerca de las 3:00 p.m., Pérez Rodríguez estaba profundamente dormido cuando Betances Reyes, de 45 años, entró al cuarto y, sin mediar palabra, le derramó al hombre un galón de aceite vegetal hirviendo.
Le quemó casi todo el cuerpo, el torso, los brazos, la cara, las piernas y los genitales.
Un amigo de la víctima, que se identificó como "Rafael", comentó que nunca podrá borrar de su mente el momento en que socorrió a Pérez Rodríguez minutos después del terrible incidente.
Rafael contó que esa tarde se encontraba en un negocio tipo colmado y ferretería que ubicaba la lado de la residencia alquilada donde la pareja vivía, cuando se topó con una horrenda y dramática escena.
"Yo estaba arriba en el negocio trabajando y en eso bajé a tomarme algo", sostuvo Rafael.
"En ese momento Juangui llegó al negocio desesperado. Aún no estaba hinchado, pero estaba quemado. Me dijo desesperado: 'Alguien lléveme al hospital porque esta mujer me quemó'. Yo le dije que lo iba a llevar y arranqué", agregó el hombre.
Mientras buscaban el auto donde se transportarían, la víctima se metió debajo de un chorro de agua para tratar de aliviar el fuerte dolor que tenía por la quemazón. El aceite le había caído también en un ojo.
"Ya él estaba colora'o, pero no se le veían burbujas en la piel todavía. Nos íbamos a ir al hospital en el carro de él cuando ella (Ana Josefina) sale de la casa con las llaves...
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