LA CRISIS FISCAL ES EL GRAN RIVAL

La temporada número 89 del Baloncesto Superior Nacional (BSN) que arranca esta noche con tres partidos en calendario enfrenta un panorama sombrío.

El contexto negativo no tiene que ver con la falta de atractivo en el tabloncillo, pues entre las múltiples historias a seguir está el regreso del base Carlos Arroyo, uno de los jugadores más emblemáticos de la liga, con los Cariduros de Fajardo.

Más bien, el principal rival del torneo será la crisis económica que atraviesa el País y la implantación de una Junta de Supervisión Fiscal que busca implementar recortes monetarios a diestra y siniestra, con impacto directo a los municipios de los diez equipos participantes que se nutren de los ayuntamientos.

Previo a sonar por primera vez los silbatos hoy con las visitas de San Germán a Arecibo, Aguada a Mayagüez y Guayama a Ponce, el presidente del BSN, Fernando Quiñones, tuvo que lidiar con el pedido de dispensas de ocho de las 11 franquicias que participaron en el 2016.

“Mucho de los problemas eran por la incertidumbre de qué iba a pasar precisamente con esto de la Junta y cómo iba a afectar la situación en los municipios, cuál iba a ser el presupuesto operacional”, dijo Quiñones a El Nuevo Día.

Quiñones, quien entra a su segundo año con mandamás de la liga, señaló el acuerdo para el regreso de la Asociación de Jugadores de Baloncesto de Puerto Rico (AJBPR) como un bálsamo que ayudó a que el torneo solo sufriera la baja de los Cangrejeros de Santurce para la competencia del 2017.

Entre los ajustes acordados con la AJBPR, fue la reducción salarial del tope individual de un 30 por ciento ($120,000 a $80,000), el establecimiento un de un tope salarial colectivo ($550,000 con un máximo de $700,000 para excederse pagando impuesto de lujo) y la eliminación de un refuerzo.

“Los equipos están bien conscientes de la situación y han hecho sus ajustes. Hemos visto que los auspiciadores se han quedado en el BSN a pesar de la situación que hay. Probablemente, es el mejor medio de exposición en el deporte que tienen ahora mismo. Ahora lo que nos falta es que los fanáticos se den cita a las canchas”, indicó Quiñones.

El año pasado, el BSN registró 522,190 fanáticos para un promedio de 2,946 aficionados en cancha. La marca representó un aumento comparado al 2015, cuando la media fue de 2,750.

Empero, a pesar de la preparación de las franquicias frente el escenario fiscal, un primer inconveniente se dio en la Perla del Sur cuando la municipalidad puso efecto una...

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