LA CRUDA VERDAD DEL NARCOTRÁFICO

Por Benjamín Torres Gotay

btorres@elnuevodia.com

Para entrar, hay que tener buena reputación. Hay que disimular las ganancias. Preguntar mucho puede causar problemas. Trabajan horarios de oficina y se toman libres los fines de semana. Sus miembros trabajan por el mismo fin, pero casi nunca se conocen.

Esta es, según Martín, la verdadera cara del narcotráfico en Puerto Rico.

"La gente esta prejuiciada con el tipo de persona que crece en el caserío o el barrio pobre o problemático y realmente los verdaderos peligrosos no están en esos lugares. Estas personas son usadas y por querer hacer mucho, con poco sacrificio, entran a este mundo. Pero estas personas no tienen el dinero para comprar una cantidad de droga para vender", dice este exnarco al que llamaremos Martín porque habló con El Nuevo Día con la condición de que no se revele su identidad, ni ningún otro detalle que permita adivinarla.

Fue miembro de una organización de narcotráfico hasta su arresto por los federales. Su relato fue corroborado con récords del tribunal y por fuentes federales. Este diario sabe cuándo fue arrestado, el status de caso y la organización a la que perteneció. Pero no lo revela para proteger su seguridad.

Según Martín, las autoridades concentran sus esfuerzos en jóvenes que manejan puntos de droga o en organizaciones como la de Ángel Ayala Vázquez, alias Ángelo Millones.

Pero Ángelo Millones, Peluche, Pito Schell, Coquito y otros que han sido identificados como grandes capos en realidad son empleados de organizaciones más grandes que son las que importan cantidades inimaginables de cocaína para exportarla a Estados Unidos, según el relato de Martín.

Narcotraficantes del nivel de Ángelo Millones trabajan para esas organizaciones. "Ellos son, como se dice, quien se ensucia las manos. Pero no pueden hacer mucho sin el soporte de los de cuello blanco", dice Martín.

En el caso de Ángelo Millones, Martín dice que sus jefes eran Elvin Torres Estrada, "El Muñecón", y Samuel Negrón Hernández, "Sammy Tostón". Ambos fueron acusados junto a Ayala Vázquez y aceptaron su culpa. Negrón Hernández fue sentenciado a 20 años. Muñecón aún espera sentencia.

Martín describió a Torres Estrada como "el jefe de jefes", el principal capo de Puerto Rico, quien estuvo activo en el narcotráfico desde el 1992 hasta su arresto el 7 de junio del año pasado y llegó a generar hasta $ 60 millones mensuales en venta de cocaína.

Fuentes federales corroboran que la jerarquía en el bajo mundo de...

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