Cuenta su pesadilla

Por Patricia Vargas Casiano

pvargas@elnuevodia.com

"Pensé que me iba a equivocar, que el bailarín iba a ir para un lado y yo para el otro. No podía dormir, todo lo que estaba en mi cabeza era el conteo de los pasos de la coreógrafía. Por eso cuando vi el vídeo del baile, me dije 'se ve el trabajo que hicimos'. Escuchar al público que te aplaude, que gritaba mi nombre y abuchearon al juez fue muy lindo, pienso que tal vez fue que me conecté con ellos porque saben que no soy una bailarina y vieron el esfuerzo que hice. Ese es mi premio no importa si gano o no", comentó la actriz.

Así que cuando el jurado criticó a la esposa del galán William Levy se enfocó en la reacción del público. "Sí, me importan las críticas, pero lo que estoy buscando es una satisfacción personal. "Poty (Castillo), el coreógrafo, y mi compañero de baile saben lo difícil que fue el primer día cuando llegué a montar ese tango y ver la evolución el día de la presentación fue un gran orgullo para mí".

Ese meneo de caderas, que de seguro aprendió con su exmarido cubano, del cual no habla, fue precisamente lo más criticado por el jurado a la hora de interpretar un tango.

Christopher, de 5 años, el hijo mayor de su matrimonio con Levy, acompañó a su madre al programa y le dijo que había enseñado su ropa interior.

"Me dijo: 'mamá lo hiciste bien, pero se te vieron los chones cuando bailaste, las personas que estaban de este lado te estaban viendo'. Me reí mucho".

A la protagonista de novelas no se le ha hecho muy fácil combinar tantas horas de ensayo con la crianza de sus hijos...

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