Cuentos de tela

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

Bajamos las escaleras y enseguida la ropa salta a la vista. Hilos, cremalleras y alfileteros se hacen notar en el establecimiento. Chaquetas esperan en sus ganchos y piezas de telas españolas, italianas e inglesas que importa conviven entre los colores y las texturas de la sastrería.

El taller se deja ver por la puerta de cristal y la curiosidad llama a recorrerlo. Grupitos de tijeras y cintas métricas cuelgan en las paredes, gavetas de botones se asoman y filas de máquinas de coser son muestra de las horas de labor que allí se pasan. Unos bocetos con aire artístico, obras de su juventud, están en la parte de arriba.

Eso es parte del negocio que desde el 1975 Marino ha tejido a pulso, el lugar donde ha atendido a incontables personas privadas y públicas.

Allí le ha llenado tarjetas de medida y le ha confeccionado trajes a personajes del entretenimiento como Héctor Lavoe, Chayanne, Felipe Rodríguez "La voz", Julián Gil e Iris Chacón y figuras como el juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton.

"En fin, si te sigo mencionando... Toda persona que ha pasado por Puerto Rico", responde orgulloso el presidente de Caney Manufacturing, Inc., que ubica desde el 1986 en la Avenida Ponce de León #651, en la Parada 11, en Miramar, al pedirle que nos enumerara y hablara de algunos clientes.

Se ve y se conduce formal, como la ropa por la que se encandila el hombre llamado Marino que afirma que "todo el mundo" lo conoce como Caney.

Esa palabra indígena que, de acuerdo con Marino, se refiere a una choza donde los caciques practicaban el trueque le pareció el nombre ideal para su establecimiento: "cortito, fácil de recordar y no era común en ese tiempo". Aparte que relacionó a Caney con el negocio previo que tuvo en República Dominicana, Caribe.

Juegos de nombres que en tantas instancias de la vida fijamos por nostalgia y esa lealtad a los recuerdos.

Si algo uno percibe cuando conversa con Marino es esa mirada que refleja el esfuerzo, el trabajo que se ha labrado con tenacidad durante toda su existencia.

"Todos los trabajos son trabajo y cada quien viene a este mundo a hacer un trabajo. Yo traté en varias ocasiones de salirme de los trapos, como les llamo. Pero parece ser que Dios te dice: 'No, no es por donde tú te quieras ir, es por donde yo te digo que tienes que estar'", reflexiona.

Y es que, para este hombre procedente de la provincia dominicana San Juan de la Maguana, tras haber tenido...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR