EL CUERPO, LA ÚLTIMA FRONTERA
Por Ana Teresa Toro .ana.toro@elnuevodia.com
No hay espejo más violento que la mirada del otro, incluso si el otro es uno mismo frente al espejo. Si a eso se suma la vulnerabilidad de un cuerpo desnudo, la ecuación se vuelve irremediablemente más intensa.
Es miércoles en la tarde en Guaynabo City y en un estudio un hombre joven se desnuda ante el lente de un fotógrafo. La sesión fluye con comodidad, pero en el aire hay un dejo de algo así como un respeto ante la persona que se atreve, ante el cuerpo desvestido y vulnerado.
Seil Román, un joven egresado de la Escuela de Artes Plásticas de San Juan y quien ha laborado en multiplicidad de instituciones educativas como modelo para clases de dibujo, ha llegado a nuestro estudio. Nos presenta poses de las que realiza como modelo, algunas acostado, otras de pie, de brazos extendidos. Algunas suele sostenerlas por 30 segundos, un minuto, otras hasta por media hora.
"Por más modernas que sean las cosas, un desnudo artístico tiene que tener los elementos básicos de la plástica... El desnudo puede ser un gesto político porque hoy día todavía es un tabú, se recibe mucha presión de la religión, de la televisión en contra de la aceptación del cuerpo desnudo", nos cuenta Seil, quien lleva años trabajando y estudiando el desnudo.
Como él, infinidad de artistas en distintos momentos históricos han recurrido al cuerpo -propio o figurado- como punto de partida para sus planteamientos. Ya sea desde la plástica, el cine, el teatro o las artes escénicas el desnudo siempre ha estado ahí como provocación, como seducción, como comentario político, de género o meramente estético. Por instancias ha pesado más lo transgresor, como nos recuerda la curadora e historiadora del arte Adlín Ríos Rigau: "La primera exposición de desnudos en Puerto Rico fue censurada en el Ateneo Puertorriqueño en el 1940; eran pinturas de Luisa Géigel"; o como cuando los hombres pudientes de siglos atrás lograban mandar a pintar desnudos para su disfrute a espaldas de sus esposas.
En otros momentos ha pesado el cuerpo como exploración, como gran materia prima del trabajo artístico; igualmente, recurrir al cuerpo desnudo ha sido por momentos sinónimo de comentarios sobre los derechos de la mujer y todo tipo de reivindicaciones sociales, políticas, económicas o religiosas.
"Cada vez que pienso en el desnudo me remonto a los albores de la humanidad. Ha estado presente en todos nosotros desde las Venus paleolíticas. Siempre ha sido una cosa...
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