Cuesta arriba para Pesquera
Por Ricardo Cortés Chico
rcortes@elnuevodia.com
Eventos más recientes, como la interceptación $ 3.6 millones en drogas en la costa de Dorado, y varios arrestos de presuntos asesinos en casos de gran notoriedad, parecerían darle un nuevo aire a la estrenada gestión de Pesquera.
"Entra en una semana buena, con menos problemas económicos y con los asesinatos bajando. Mejor momento no pudo pedir", dijo un coronel de la Uniformada que prefirió que no se le identificara.
Pero estos son solo algunos de los problemas. Un examen más minucioso de la agencia refleja un camino lleno de obstáculos que no tienen solución a la vista, al menos por el momento.
Algunos de estos problemas el propio Pesquera los admite, pese a los pocos días que lleva en el puesto.
De entrada está la escasez o el pobre estado en que se encuentra gran parte del equipo de la Uniformada. La lista es larga y va desde uniformes, chalecos, computadoras, servidores, hasta edificios, lanchas y helicópteros.
"Y tenemos una realidad: no hay dinero", reconoció Pesquera a El Nuevo Día. Esto aún con la asignación de más de $ 77 millones hecha por el gobernador Luis Fortuño utilizando los recaudos de la amnistía contributiva. El dinero se utilizaría en equipo, adiestramientos y el pago de horas extra.
La escasez de recursos tecnológicos la mitigan, en parte, con la colaboración de las autoridades federales. Esto a pesar que las propias agencias estadounidenses también funcionan limitadamente. En parte por la falta de personal, según ha denunciado el propio comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi.
Pesquera tendrá que dividir su frente de batalla en dos. Uno contra el crimen y el otro contra la posibilidad de que la agencia sea puesta bajo sindicatura.
En cuanto al crimen, aunque el año ha tenido bajas en los asesinatos, en comparación con el 2011, todavía se perfila como uno de los tres más violentos de la historia.
La otra batalla, si la pierde, podría implicar que la Policía sea puesta en sindicatura. Esto como consecuencia de las violaciones de los derechos civiles detectadas por el Departamento de Justicia estadounidense. Las autoridades federales parecen inclinarse a resolver el asunto en los tribunales pese a los pedidos estatales por un acuerdo entre las partes.
Sin presupuesto y con muy pocos recursos tecnológicos, Pesquera tendrá que darle continuidad a los esfuerzos de adiestramientos de oficiales ya encaminados, y atender las deficiencias que no han sido corregidas...
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