Pecadillos que cuestan mucho

Por Cynthia López Cabán

cynthia.lopez@elnuevodia.com

En la oficina, un empleado toma lápices y libretas de la empresa para el uso de sus hijos o un conductor campechanamente corta frente a otro que resignado esperaba en la interminable fila del tapón.

Pese a su cotidianidad, estas conductas que algunos llaman "jaibería" o "gansería" constituyen actos de corrupción diaria que afectan la calidad de vida de los puertorriqueños y suponen pérdidas millonarias para la economía isleña.

¿Por qué las personas incurren en este tipo de conducta? ¿Qué consecuencias tienen estas acciones? ¿Cómo se puede atender este problema?

Existen múltiples razones para cometer estos actos de corrupción cotidiana o de ausencia de civismo, según expertos consultados por El Nuevo Día.

El psicólogo y salubrista Salvador Santiago indicó que este tipo de comportamiento responde a la ausencia de proyectos gubernamentales para reforzar las conductas apropiadas y la falta de modelaje adecuado.

"Nuestros gobernantes tradicionalmente nos han dado un mensaje público, pero sus actuaciones son contrarias a sus palabras. Por lo general, la clase dominante ha tenido una doble vara. Por un lado, promueve el civismo y por el otro, se sienta con el contable para evitar pagar impuestos. Entonces, muchos se preguntan: si los ricos hacen estas cosas, ¿por qué yo no puedo hacerlas?", planteó.

Actos como conectarse a la señal de cable o internet del vecino para gozar de un servicio gratuito o que un matrimonio se separe para efectos de la radicación de la planilla de contribución de ingresos también pueden considerarse como expresiones de "rebeldía" de los sectores marginados, según Carlos Andújar, psicólogo industrial y organizacional.

"Son maneras de subvertir las reglas sociales o de sabotear las normas de buena convivencia", afirmó Andújar.

Argumentó que en el caso de las personas adineradas, este comportamiento responde a la manera en que han amasado su fortuna.

"Hay gente que hizo su capital aplastando gente y sus nietos y biznietos tienen rasgos parecidos", subrayó.

A estos factores, se suma la admiración colectiva por las personas listas, la visión de la doctrina de Robin Hood, de quitarles a los ricos para darles a los pobres y se excusa con argumentos que parecen apoyados en la moral católica.

"Estos actos se justifican pensando que se trata de un pecado pequeño, que no me va a afectar gran cosa", postuló Andújar.

Este razonamiento adopta elementos de la doctrina católica, que...

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