Una cuestión de actitud

FEDERICO RENTAS

DIRECTOR EJECUTIVO DE LA SOCIEDAD PARA ASISTENCIA LEGAL

Ahora ellos dicen que el voto de todo el pueblo, especialmente el de la gente de los caseríos y las comunidades humildes, lo compró el narcotráfico. ¿En serio?

Terminaron ofendiendo a los sencillos líderes comunitarios de Las Gladiolas, Los Filtros, del Centro Ñin Negrón en Naranjito, o del Club del Maestro de Corozal; así como a los feligreses de tantas iglesias, de tantas denominaciones, desde Puerto Nuevo hasta el barrio Navarro de Gurabo; así como a tantos jóvenes con quienes compartí tantas vivencias en la campaña educativa por el "no". Ofendieron a todos los que votamos.

A pesar de que desde que comenzó el debate legislativo la Sociedad para Asistencia Legal de Puerto Rico, única entidad que defiende a los pobres acusados en todo el país, ofreció argumentos jurídicos y datos estadísticos confiables, tratando de persuadir a los legisladores de lo innecesaria e injustificada que resultaba la medida, éstos ignoraron el reclamo.

Desgraciadamente, el señor gobernador y sus asesores de campaña politizaron el debate. Pudo más el interés político y el poder absoluto de la mayoría, sobre la razón objetiva y bien fundamentada.

Las jóvenes y entusiastas abogadas que tuvieron a su cargo la elaboración de la ponencia suscrita y defendida por mí, trabajan a sueldo, con pasión y alegría, como la inmensa mayoría de los puertorriqueños. A nosotros no nos pagan los gatilleros ni los delincuentes ni el narcotráfico, como alegaron los encargados de la insensible campaña por el "sí".

El pueblo nos paga para defender sus derechos cuando el Gobierno pretende quitarle su libertad. Aquí trabaja gente de todos los partidos y defendemos a gente de todos los partidos. Los pobres están en todos los partidos y los pobres siempre son los acusados, con muy raras excepciones.

Nuestros competentes abogados, así como las sencillas secretarias, los investigadores y las empleadas de mantenimiento, son gente de bien, preocupados por el rumbo del país y conocedores del drama de la justicia criminal. Aquí nadie recibe jugosos contratos millonarios, ya sea para sí mismos o por conducto de sus corporaciones, de sus oficinas profesionales o la de sus asociados.

Aunque trabajamos largas horas, incluyendo fines de semana, nadie factura las mismas horas a...

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