Curadora de la historia latina

Por José A. Delgado

jdelgado@elnuevodia.com

Desde 1991, fue la primera curadora de Historia Latina de la Institución Smithsonian.

Cuándo se marchó de Arecibo para irse a estudiar a la Universidad Estatal de Florida, Pérez, sin embargo, pensaba en ser bióloga marina.

"Me encanta el mar. Lo extraño. Me veía haciendo investigaciones sobre la vida marina en los corales", dijo Pérez, en una entrevista que le concedió a El Nuevo Día el jueves 15 de agosto.

La entrevista tuvo lugar tres días antes de morir, a los 52 años, mientras dormía en su residencia de la zona de Washington D.C..

A la cita - con la cual El Nuevo Día quiso cerrar una serie de entrevistas este verano dedicada a mujeres boricuas que dejan una huella en la capital estadounidense-, Pérez se presentó puntual. Llena de vida, riéndose a carcajadas y sin miedo a criticar el 'establishment'.

Mientras estudiaba en la Universidad Estatal de Florida Pérez se enamoró de las humanidades, la historia latinoamericana y la lucha a favor de los derechos de la mujer.

Terminó su bachillerato en sicología social, con una concentración menor en estudios sobre la mujer. "Eran principios de la década de 1980, de muchos cambios políticos", dijo, al recordar la influencia que tuvo en ella el profesor de historia latinoamericana Darrel Levi, ya jubilado.

A partir de 1983, Washington D.C. se convirtió en su segunda casa. Cuando vino a la Universidad Católica a estudiar una maestría en antropología, "quería entender la diversidad de la gente, poder comparar sistemas tribales con sociedades súper complejas", contó.

Al museo llegó como becaria, a tiempo parcial y con paga, motivada por la profesora costarricense Lucy Cohen, en momentos en que comenzaba su doctorado. Entonces, solo el curador Richard Ahlborn se interesaba en los asuntos latinos del museo.

En 1991, en momentos en que realizaba investigaciones en la Isla, el Museo de Historia Americana abrió una primera plaza de curadora de Historia Latina y Pérez fue seleccionada.

Desde entonces le dio voz y espacio a objetos y a la historia latinoamericana en ese reconocido museo.

"Como nunca habían tenido ningún latino, fue bien difícil abrir camino; que le dieran importancia al trabajo y las colecciones. La gente no sabe, pero hay que buscar los fondos para financiar las colecciones y exposiciones", sostuvo.

Siempre valoró los consejos de la curadora de temas africanos Fath Ruffins.

Entre sus momentos significativos en el Museo, que fueron muchos, se...

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