Damnificados se regalan horas de alegría

“Un momentito de alegría”, eso era todo lo que Joel Rosario quería para los niños de su barrio Pasto de Morovis.

Pero la sed de aliviar la pesadilla que muchos viven allí desde el paso del huracán María llevó a que cientos de vecinos de los barrios más afectados acogieran su iniciativa, que terminó en una fiesta de pueblo.

Rosario relató cómo las comunidades se unieron para que la Primera Fiesta de Pueblo del 2018 en Morovis se convirtiera en una manifestación del gran deseo que tienen los vecinos de superar las dificultades por las que atraviesan.

“Es un compartir de barrios, para que los niños tuvieran un compartir y para que tengan un momentito de alegría”, expresó Rosario, quien estimó la asistencia en cerca de 400 personas.

Recordó que los barrios Pasto, Vega y San Lorenzo de Morovis no solo enfrentan un panorama desalentador para el restablecimiento de la energía eléctrica, sino que, además, la rutina diaria de sus vidas se ha visto afectada por el colapso del puente que les permitía el acceso al resto del pueblo.

“Hay que dar una vuelta de una hora, cuando antes eran solo cinco minutos”, dijo Rosario. “Pusieron un paso, pero, como ha estado lloviendo, el agua pasa por encima del puente (provisional) y la gente no se atreve a pasar por ahí porque es peligroso”.

“Todo quedó destrozado… Estos son los barrios más alejados de Morovis. No hay luz y algunos piensan que no vendrá como hasta verano”, agregó. “Ha sido...

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