Deber cumplido

Por Patricia Vargas casiano

pvargas@elnuevodia.com

Luego, el artista se retiró del oficio y se dedicó a su exitosa carrera como director de televisión en WAPA y el Canal 6.

Ya retirado, hace dos décadas, Maldonado adquirió los muñecos Gregorio y Venancio que habían pertenecido al reconocido ventrílocuo argentino Emilio Dilmer Pallavercich. Pero este año el productor pensó en donar sus marionetas a un museo en Kentucky. Esto llegó a oídos de El círculo de ventrílocuos argentinos (CIVEAR), al cual pertenece Maldonado, y le contaron una historia que lo sorprendió.

"Cuando me enteré por facebook que CIVEAR celebraba los catorce años de su fundación les escribí para sugerirles que le celebraran un homenaje a Dilmer y les envié una foto mía de cuando adquirí los muñecos hace 20 años. Me respondieron que ya les habían hecho un reconocimiento al que había asistido su hija Nancy Dilmer y su nieto Fernando. Me sorprendí porque no sabía que el ventrílocuo tenía descendencia", relató el productor y director de Estudio actoral desde hace doce años.

Es entonces cuando Maldonado, quien nunca le dio uso a los muñecos por respeto a la mente creativa, le hizo saber su intención de devolver los muñecos a quienes le pertenecían, la única hija del Dilmer que ahora tiene 79 años.

"En ese momento explotó la bomba porque no sabían de la existencia de Gregorio y Venancio, sólo se supo que desaparecieron tras la muerte de Dilmer y por algunos comentarios que habían sido incinerados. Decidí llevarlos a Argentina para que los muñecos no se...

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