Yo decido

ORLANDO PARGA FIGUEROA

EXSENADOR POR EL PNP

El caso es que la estadística del voto presidencial hispano se ha definido con una preferencia histórica del 50% demócrata versus un 25% republicano, con el 25% restante "up for grabs". La tabla se inclinó a favor de los republicanos Nixon, Reagan y Bush, padre e hijo, como resultado de las estrategias que sus campañas ensayaron para conquistarlo. En la Casa Blanca de Bush, hijo, por ejemplo, hablar español pareció ser un requisito de empleo.

En 2008, el demócrata Obama revivió la tendencia electoral del pasado y alcanzó el 63% del voto hispano, mientras que prospectivamente ya se hace evidente -por las expresiones negativas contra los inmigrantes hispanos de los candidatos republicanos Romney, Santorum, Gingrich y Paul- que éstos quieren obsequiarle a Obama el 100%. El problema es que, al hacerlo, le están regalando la reelección. Sin un churruscado sustancial del voto hispano los republicanos no serán opción de triunfo en 2012, no importa quién resulte...

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