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Declarado apto para enfrentar juicio por la masacre

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Por Eugenio Hopgood Dávila

ehopgood@elnuevodia.com

Justino Sánchez Díaz, conocido también como "Bartolo" por allegados y familiares, se mantuvo literalmente inmóvil y cabizbajo durante todo el primer día de juicio, con los ojos cerrados o entreabiertos, pero mirando al suelo.

El hombre de 45 años, que ha rebajado considerablemente de peso, en ningún momento alzó la vista ni hizo contacto visual con nadie, ni siquiera con sus abogados. Uno de ellos, el licenciado Mario Moczó, ocasionalmente lo miraba de reojo, pero Sánchez no se daba por aludido.

La jueza determinó que el acusado estaba competente mentalmente y que no era necesario celebrar una vista de procesabilidad tras escuchar el testimonio de la psiquiatra Vilma García Jackson, quien examinó a Sánchez luego del supuesto intento de suicidio que este protagonizó la semana pasada en la cárcel Ponce Máxima.

"Él estaba lógico, racional y coherente", dijo García sobre el estado mental del imputado.

"Lo encontré ansioso y deprimido, pero es por la situación de encerramiento porque a él no le gusta estar encerrado", dijo la psiquiatra.

El fiscal de distrito Wilson González sostuvo que el médico que atendió a Sánchez le encontró una cantidad de acetaminofén equivalente a dos Tylenol, por lo que consideró que el intento de suicidio fue "fingido".

El abogado Luis González argumentó que ese incidente, más el haberse trepado por 18 horas en un alero de la cárcel, demuestran que Sánchez no está en buena salud mental e insistió en que fuera referido a una vista de procesabilidad, pero la jueza sostuvo que no era necesario.

La psiquiatra también explicó que Sánchez pasó el fin de semana en el Hospital de Psiquiatría, pero no porque esté mal, sino porque así lo dispone un protocolo de 36 horas después que se informa un intento de suicidio.

El único testigo del juicio ayer fue el agente de Homicidios Abisael Hernández, quien estuvo a cargo de la investigación policial de la matanza.

Hernández dijo que cuando el agente identificado como Román y un inspector de bomberos subieron a la casa después de que las víctimas ya estaban afuera, la puerta de uno de los cuartos estaba cerrada con seguro. Vieron que por un orificio se asomaba "una manguita" por la cual "salía olor a gas".

El agente y el bombero derribaron la puerta y hallaron a Sánchez...

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