Dedica su vida a las de sus nietos

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

"Hay que seguir caminando, seguir para adelante y reguindarse del Señor", se responde. Ese credo también lo recita a sus nietos: Ninoshka (18), Kachmara (16), Josean (14) y Wileshka (9), a quienes llena de amor en el modesto apartamento que compró hace 10 años en la comunidad San José de Río Piedras.

Allí hace todo lo posible por satisfacer sus necesidades y mantenerlos encarrilados en sus estudios, sobre todo a Ninoshka, que ha estado tentada a trabajar para ayudarla. "No te digo que se me ha hecho fácil porque ha sido bien cuesta arriba, pero se puede", aseguró Sandra.

Esta mujer, de 50 años, que laboró como secretaria en la Comisión Estatal de Elecciones antes de quedar incapacitada, tuvo a su primogénita a los 18. Con la ayuda de una tía con la que vivía en Bayamón, terminó el cuarto año y estudió secretarial. "Mi tía ha sido mi apoyo, la que me impulsó a seguir", reconoció.

Cuando su hija Julie tenía seis años, conoció al padre de su hijo José, pero tampoco con él pudo establecer un hogar. "Yo tenía muchos deseos de superarme y no funcionó", analizó.

Cuando José tuvo edad para ir a un cuido se mudó con él a San Juan, donde trabajaba, y dejó a Julie al cuidado de su tía, pues ya asistía a la escuela. Tan pronto obtuvo una casa por el programa Sección 8, volvieron a vivir juntos.

La familia creció inesperadamente cuando, a sus 14 años, Julie quedó embarazada. Entonces, fue Sandra quien acogió a la madre adolescente con su bebé. Al poco tiempo, Julie volvió a quedar embarazada y nació Kachmara, luego de lo cual decidió darse la oportunidad de formar un hogar con el padre de las niñas. Así tuvo a Josean y a Wileshka, pero los choques en el seno familiar eran de tal magnitud, que se convirtieron en una amenaza, sobre todo para la pequeña. Sandra no dio más detalles, pero recordó con dolor que esta pasó siete meses en intensivo. "El médico me decía que nada más me la iba a salvar un milagro y, para mí, ¡ese es mi milagro!", dijo refiriéndose a la bailarina de la casa. "Ella es la que me ora", agregó al recordar que Wileshka le da masajes para aliviar dolores que padece por tener nervios pillados en el cordón espinal.

En el 2005, el Departamento de la Familia certificó el hogar de Sandra como "hogar sustituto" para sus nietos...

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