Un deleite caminarla

España

Siguiendo la ruta de la calle Real del Arrabal, encontramos el primer enclave religioso de la ciudad. La Mezquita de Bab-al-Mardum, renombrada por los cristianos Iglesia del Cristo de la Luz, donde la leyenda cuenta que el Hijo de Dios hizo la luz tras la expulsión de los árabes en el 1085. Una singular edificación, construida en el 999, de apenas 67 metros cuadrados y peculiar estilo romanesco mudéjar, con una fachada que muestra unos arcos entre cruzados ciegos y un friso de rica decoración, mientras el interior ostenta una singular bóveda central que obliga a mirar hacia arriba.

Bajando por la calle de los Alfileritos y cruzando la plaza San Vicente, descubrimos una multitud de callejuelas que hacen inservible a cualquier mapa callejero. Nombres tan enigmáticos como Callejón del Diablo o Calle del Infierno. Cada una de ellas muy bien marcada por el paso del tiempo y la viejas piedras que aún cubren el suelo.

El encanto de Toledo radica precisamente en dejarse llevar por la curiosidad y perderse en medio de tantos recovecos. Pararse en cada una de las puertas que llame la atención. Mirar adentro si están abiertas. Oler. Tocar las paredes. Sentir el paso de los años con las yemas de los dedos. Dejar que la imaginación explore el entorno y recree las imágenes de antaño a través de las ventanas, para luego levantar la mirada y llevarse la grata sorpresa de algún campanario adornado por el color azul del cielo toledano.

De una de esas callejuelas surge la barriada coronada por la iglesia de San Román, también de estilo mudéjar, sobre la calle San Clemente, edificada a mediados del siglo XIII, donde hoy radica el Museo de los Concilios y del Arte Visigodo que cuenta la historia de antaño.

Muy cerca de allí está la calle Reyes Católicos, donde descansa el Monasterio de San Juan de los Reyes edificado en 1495. Una de las más valiosas muestras del estilo gótico isabelino en España. Monumento que colinda con la Iglesia de Santa María la Blanca, que fue originalmente una sinagoga construida en el siglo XV.

Sobre la esquina de San Juan de Dios encontramos la Sinagoga del Tránsito. Una esbelta edificación, que hoy alberga el Museo Sefardí, cuya antigua sala de oración está cubierta por una armadura de madera de gran carpintería y policromía.

Vecina del antiguo templo judío está la Iglesia de Santo Tomé, del siglo XI, donde se encuentra "El entierro del Conde de Orgaz", la obra cumbre de El Greco (1541-1614). Un inmenso lienzo realizado en 1586...

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