Más democracia en el Senado
Por Mildred Rivera Marrero
mrivera1@elnuevodia.com
Así define Eduardo Bhatia Gautier lo que es el hemiciclo del Capitolio y lo que significa para el país lo que allí ocurre. Se lo explica a unos estudiantes que participan de un recorrido y que están sentados en las gradas del hemiciclo -las que una vez fueron cerradas al público- y a los cuales saluda antes de continuar la entrevista con El Nuevo Día.
La breve charla y los temas surgen en automático. Y no es extraño. Desde que incursionó en la política activa hace 16 años, Bhatia Gautier se ha distinguido por hablar sobre la democracia, la política y el gobierno; sobre cuál debe ser la función de los dos últimos y cómo deben interactuar para garantizar la primera. Quizás lo explican sus estudios: un bachillerato en Gobierno y Política Pública de la Universidad de Princeton, estudios de derecho, economía y política en Chile y un Juris Doctor de la Universidad de Stanford, en California.
Ahora, a mes y medio de ocupar la presidencia del Senado en propiedad, anticipa que pondrá en práctica conceptos y cambios de los que ha hablado por años durante su carrera política, que inició en 1992 al ser electo senador por primera vez. Se anuncia como un presidente senatorial exigente con un trabajo de calidad, fiscalizador del Ejecutivo y con un rol que se extendería de la Casa de las Leyes a otras instituciones, incluso en Estados Unidos. Anticipa que podrían cuestionar la racionalidad de algunas ideas, como permitir que los ciudadanos radiquen medidas directamente, pero se reafirma en ellas con argumentos que reflejan madurez política.
En su oficina, esa madurez se confunde con la juventud de un grupo de cinco jóvenes universitarios algunos, acabados de graduar, otros, a quienes emplea a tiempo completo o parcial. "Los estudiantes son los que le dan vida a una oficina legislativa porque están llenos de sueños; todavía tienen esas ganas de cambiar el mundo; son agresivos y modernos en la forma de trabajar en los medios y me han enseñado mucho". De hecho, es uno de ellos quien maneja su página de Facebook.
Esa es una de las iniciativas de quien, a sus 48 años, se define como "pragmático, bien práctico", y quien se muestra caballeroso y afectuoso en el trato con compañeros de trabajo y turistas, que se desviven por saludarlo al reconocerlo por lo pasillos del Capitolio.
Presidirá un Senado en el que continúa Thomas Rivera Schatz. ¿Cómo será esa relación de fuerzas?
Pues mira, yo he dicho que a Rivera Schatz se le va a tener la consideración de un expresidente. Va a tener su banca como expresidente, va a tener su oficina como expresidente, va a tener su óleo o cuadro como expresidente. Pero, hasta ahí. En términos de su capacidad de debate, pues que debata, si de verdad sabe tanto, que debata. Si de verdad tiene argumentos, que los ofrezca. Lo que no voy a hacer es (a darle) la protección esta donde él hablaba y no hablaba nadie más. Eso se acabó. Si él quiere hablar que hable y se le va a permitir siempre, pero va a...
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