El derecho a la vivienda es para todos

Por Iliana Fuentes Lugo

iliana.fuentes@elnuevodia.com

Pese a la buena voluntad de quienes sacan un rato de sus ajetreadas agendas para compartir con quienes carecen de un techo bajo el cual dormir, la realidad de desamparo de estas personas y las dificultades para obtener una vivienda digna duran mucho más que las fiestas.

"Nosotros quisiéramos que vinieran todos los días, pero vienen una vez al año y a tirarse fotos", reclamó Miguel Torres, quien vivió por 12 años en las calles de San Juan después de perder el matrimonio, la casa y el negocio por su abuso de las drogas y el alcohol.

Torres ya tiene una vivienda permanente, pero por sus escasos recursos económicos continúa participando de muchas de las actividades dirigidas a las personas que deambulan. "Ayer yo estaba en una fiesta en el Condado que dan todos los años (para las personas sin hogar). Nos hacen una fiesta al año, pero en todo el año no nos quieren ver por allí, por el Condado", contó Torres, quien aseguró estar alejado de todo lo que lo llevó a deambular y solo busca mejorar su calidad de vida.

Adrián Villanueva conoce de cerca ese rechazo. Asegura que quienes lo ven en la calle son amables con él, pero dice que los policías no le permiten estar en los alrededores de un hospital de la zona. Villanueva, que padece de diabetes, artritis y asma, lleva casi dos años en la calle y prefiere pernoctar cerca de la institución médica porque sus médicos trabajan allí.

"No nos quieren en la calle ni nada, nos sacan los guardias. Tengo que estar para arriba y para abajo, como el carrito del gas, como dice uno. Apenas duermo cinco horas diarias porque los guardias vienen y sacan a uno", insiste este hombre de 59 años, quien abandonó el hogar que compartía con su hermana por diferencias que tuvo con ella.

Como Villanueva, cerca de 3,500 personas se enfrentan a la marginación y al atropello de sus derechos, según datos del Departamento de la Familia (DF). Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) impulsan políticas públicas y proyectos de ley para atender las necesidades de esta población, que según el DF disminuyó en los pasados dos años.

Un conteo realizado en julio de este año reveló que había 3,445 personas viviendo en las calles. En 2009 se contabilizaron 242 más, es decir 3,687. Debido a las características de esta población, la cantidad real...

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