Derechos humanos y democracia

HIRAM LOZADA

ABOGADO

Una sociedad que se resiste a reconocer derechos de igualdad a las minorías o admita violaciones a la dignidad del ser humano, es una sociedad infantil o enferma, cobarde o ignorante, o todas esas características juntas. Una encuesta puede revelar que la mayoría del país rechaza el matrimonio entre parejas del mismo sexo o que niega derechos de igualdad a la comunidad homosexual y lesbiana, pero eso no puede impedir su reconocimiento y aprobación por los gobernantes.

Lo dicho invita a la reflexión sobre la definición, alcances y límites de la democracia, como sistema político. La democracia descansa básicamente sobre la regla de la mayoría. Las mayorías eligen, mediante procesos electorales, a sus gobernantes. El voto de la mayoría, aun el de la mínima mayoría, otorga legitimidad al gobernante. Uno puede cuestionar la sabiduría política de las mayorías, incluso puede estar uno reñido y molesto con las prácticas partidistas en la selección dudosa y cuestionable de los candidatos, pero a la larga la democracia se considera el mejor de los sistemas posibles.

Ahora, una vez electo el presidente, el gobernador o el legislador, se altera la relación entre el gobernante y los gobernados. Entonces lo que prevalece no es la voluntad de las mayorías, sino el imperio de la ley. Cuando el presidente de Estados Unidos decide usar las fuerzas militares contra un país, no tiene que auscultar la opinión pública...

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