DeRrOtA eN eL sUpErMeRcAdO

por El Infiltrado

A mi me gusta ir como ejercicio de esparcimiento. Siempre odié hacer las compras del hogar, al punto de que cuestioné con vehemencia ante mis amistades, la necesidad de tener que escoger entre seis o siete marcas de mayonesa. Me irritaba el exceso de opciones, el exceso de góndolas, las cajas registradoras en filas largas y la gente que lleva sus bolsas de tela para hacerme sentir mal. Quizás lo único que me gustaba era la correa que mueve los alimentos hacia la cajera. Siempre me pareció que por debajo de esa franja negra un contingente de duendes corría para que mágicamente se movieran los alimentos.

Uno llega y por lo general hay alguna música sicodélica que relaja. Va uno de la carne a...

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