El desarrollo económico depende de todos

Waleska Rivera

Presidenta Asociación de Industriales

Es una situación delicada que toca muchas sensibilidades, por lo que debe tratarse con madurez, cordura y sin pasiones desmedidas. Si bien es cierto que "a nadie le gusta que le metan la mano en el bolsillo", también es cierto que acudir al estribillo de que "paguen los grandes intereses", lo único que trae es mayor incertidumbre y presión a un sector productivo que aporta grandemente al País y a los trabajadores de dichas empresas.

Cabe preguntar, ¿quiénes son los grandes intereses? ¿Son los trabajadores de la manufactura o del sector privado que aportan sobre $2,000 millones al fisco y que representan la mayor parte de la fuerza trabajadora del País?

Estadísticas de la Junta de Planificación indican que las personas trabajando (asalariados no agrícolas) en octubre de 2013 son unos 895,000, de los cuales -a esa fecha- 242,000 son empleados públicos, incluyendo los municipales. En un país de 3.6 millones de habitantes, solamente, uno de cada 3.7 personas trabaja, una tasa de dependencia altísima en comparación, por ejemplo, a la de Estados Unidos, que la desocupación es menos de 2.0 personas por cada persona empleada. Esto quiere decir que cada empleado en el sector privado, 618,000 a octubre de 2013, sostiene a casi seis otras personas. Además, no está permitido olvidar que sin el sector privado no habrían empleos en el Gobierno.

Sin duda, el pequeño grupo de trabajadores de todos los sectores que sostiene al resto del País es la parte más finita de la soga y no se les puede pedir más. Los trabajadores del sector de la manufactura son trabajadores igual que los maestros, los policías y los empleados públicos. Lo que tenemos que entender es que la prosperidad de Puerto Rico no depende, en gran medida, de los que trabajan en compañías del sector electrónico o en una farmacéutica o en otras empresas productivas, bien sean empresas puertorriqueñas o multinacionales. Pero, sobre todo, tenemos que internalizar genuinamente y entender que el desarrollo económico depende de todos. Depende de ti y de mi.

Mientras los maestros protestaban en la calle, muchos...

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