Desarticulado el gobierno

Apenas un puñado de funcionarios, excepto por oficiales de emergencias y ley y orden, se movía ayer entre las oficinas de La Fortaleza. El día se mostraba como un feriado. La tormenta de manifestaciones diarias exigiendo la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares, y que el miércoles desembocó en una de las protestas más grandes vistas en Puerto Rico, mantenía atrincherada a la alta oficialidad del gobierno.Más abajo en el organigrama gubernamental, en las oficinas donde se prestan servicios directos, ciudadanos desmontaban de las paredes las fotografías oficiales del mandatario, en abierto desafío al gobernador, cuya imagen ha sido abatida por los escándalos de corrupción y desenmascarada con la publicación de un chat que muestra desde burlas, insultos, conspiraciones y actuaciones que, según abogados, podrían constituir delitos criminales.Los trabajos relativamente mecánicos o estandarizados en el gobierno serían los menos afectados -aunque no están inmunes- por la crisis política que enfrenta la isla. Sin embargo, la toma de decisiones que se da a niveles altos e intermedios en el gobierno parece estar desarticulada, estimó el perito en Administración Pública, Mario Negrón Portillo."La toma de decisiones debe estar desarticulada y detenida por completo en lo que hay desarrollos. Cualquier jefe de agencia, ahora mismo, debe estar a la expectativa porque no sabe si el gobernador se va, si los van a citar del FBI (siglas en inglés del Negociado Federal de Investigaciones), si se deben ir o si se deben quedar ante la situación crítica que se está atravesando. Y el efecto de eso se ve en todos los niveles del sistema", dijo Negrón Portilllo al ser consultado por El Nuevo Día. "El gobierno está tratando de caminar como una gallina a la que le han cortado la cabeza".A los asuntos operacionales, se le añaden los problemas que pueda acarrear la desmotivación de los servidores públicos molestos con el gobierno por los escándalos de corrupción moral y administrativa. Esto, en primera instancia podría hacer que un trámite que, de ordinario demore media hora, se convierta en uno que requiera mucho más tiempo. Potencialmente, podría generar actitud de brazos caídos y hasta sabotajes en las oficinas del gobierno."Esto es mucho más que la...

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