La desigualdad ahoga al País
Por Joanisabel González
joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com
De acuerdo con el Centro para la Nueva Economía (CNE), más de la mitad del ingreso agregado en Puerto Rico está en manos del 20% de los hogares con los ingresos más altos.
Según el CNE, la quintila de los hogares con los ingresos más altos tenía, al 2010, el 55.8% del ingreso agregado.
Mientras, el 80% de los hogares restantes recibieron, en conjunto, el 44.2% del ingreso agregado. En este universo, el 20% de los hogares con los ingresos más bajos recibieron apenas el 1.7% del ingreso agregado.
Sergio Marxuach, responsable de Política Pública en el CNE, explicó que mientras el ingreso promedio de los hogares en la quintila más baja se estima en unos $ 2,452, el promedio en la quintila de los hogares con mayores ingresos se estima en unos $ 81,859.
Eso significa que el ingreso promedio de los hogares más acomodados es 33 veces más que aquel que recibieron los hogares más pobres.
"Básicamente, eso es el doble de la dispersión en los Estados Unidos", dijo Marxuach.
Explicó que en Estados Unidos esa relación ronda unas 15 veces, lo que también se replica más o menos en los estados más pobres como West Virginia, Arkansas, Mississippi y Louisiana, donde la dispersión se estima en 13, 14, 15 y 16 veces a uno, respectivamente.
Aunque el tema de la desigualdad parece cosa sabida, las cifras develadas ayer por el CNE, provocaron muchos "¡oh!", en el salón Las Nereidas del hotel La Concha, donde decenas de empresarios y estudiantes participaron de la tercera conferencia económica de la referida entidad.
Allí, la organización de política pública -al igual que Luis Álvarez, vicepresidente de Méndez y Co., y Myrna Rivera, principal oficial ejecutiva de Consultiva Internacional- urgió a enfrentar el tema de la desigualdad en Puerto Rico, trascendiendo "los estigmas" hacia ricos y pobres en aras de que la economía vuelva a crecer.
De acuerdo con Marxuach, más allá del ingreso que pueda o no recibirse, el fenómeno de la desigualdad pesa más en el acceso a las oportunidades que tienen los integrantes de una sociedad.
"En los países con altos niveles de desigualdad, las personas con bajos ingresos, no tienen la oportunidad de desarrollar sus talentos a plenitud, ni el acceso a las redes sociales que los ayuden a navegar el mercado laboral", ejemplificó Marxuach, al agregar que ello reduce la inversión en capital humano y, por ende, afecta adversamente el crecimiento económico.
Según Marxuach, en las...
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