Deslumbrante sinergia

Por Javier O. del Valle

Especial El Nuevo Día

"Sabina y Lucrecia" (1972), de Alberto Adellach, estrenó en tablado boricua este pasado viernes en el Teatro Victoria Espinosa. Tras su presentación en Nueva York durante el mes de septiembre, esta producción de Teatro Círculo protagonizada por Johanna Rosaly y Eva Cristina Vásquez llega a Santurce como parte del Festival de Teatro Internacional del Instituto de Cultura.

El texto del dramaturgo argentino sobresale por un diálogo apartado de la cordura y la realidad, por la naturaleza de sus personajes, imprimiendo toda una impronta poética del rechazo y la aceptación. Adellach se adentra en el tema de la necesidad de sentirse amado desde la cabeza de dos seres regidos por la paranoia y la esquizofrenia, sin caer en los estereotipos propios del teatro psicológico. El juego de poder entre "Sabina" (Vásquez) y "Lucrecia" (Rosaly) se basa en la necesidad enfermiza del otro y la codependencia.

El argumento se basa en la convivencia de dos mujeres que escapan de un hospital siquiátrico para refugiarse en la casa de una de ellas. El inhóspito espacio se convierte en otra esfera de encierro y opresión, como la que habían abandonado. La realidad y la percepción se convierten en una, para el dúo de mujeres. "Lucrecia" intenta vivir su fantasía de gran mujer, sintiéndose amenazada por todo cuanto le rodea, incluyendo sus...

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