¡Qué desmadre!

SILVERIO PÉREZ

HUMORISTA

Si esto hubiera ocurrido solo en San Juan tal vez pasaba como un caso aislado, pero se repitió en Guayama y en otros municipios y agencias. Atila y los hunos fueron más respetuosos con los pueblos que arrasaron que la plaga azul que azotó Puerto Rico en los pasados cuatro años.

La Autoridad de Energía Eléctrica fue escenario del timo del cuatrienio. Su jugó a bajar los costos de la electricidad a sabiendas que sólo sería por un corto periodo de tiempo con la esperanza de captar los votos de la mayoría de los abonados. No conforme con eso repartieron bonos y pensiones como si Puerto Rico fuera un emirato árabe saturado de petróleo.

En el Departamento de la Familia se actuó de forma criminal, ocultando miles y miles de querellas de abuso contra menores para tapar a su vez la incapacidad administrativa de quien estaba más pendiente de su fotuteo político que de su deber ministerial. Ese maltrato institucional no puede quedar impune y es imperativo que se investigue lo que se tenga que investigar y se baje con todo el peso de la ley contra los que cometieron esa fechoría.

La Universidad de Puerto Rico ha perdido fondos, acreditaciones para la investigación y, lo peor, ese proyecto social tan importante de nuestro país, educa a bajo costo a los que pueden pagar, que luego se van del país y no contribuyen a nuestro desarrollo, y le niega el ingreso a los más necesitados. Nos tomaría muchas columnas describir el desmadre que nos ha dejado la pasada administración.

Ahora surge que la casa en orden en términos financieros, de la que hablaba constantemente el exgobernador Luis Fortuño, es una casa en total desorden, con mucha basura debajo de la alfombra y esqueletos en el clóset. Por catorce años consecutivos cerraremos con números en rojo en...

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