DESPEDIDA EN GRANDE
POR Efraín Ruiz Pantin
Especial para ESPNDeportes.com
"Es un día muy difícil para mí", fue lo primero que dijo, en inglés, el receptor puertorriqueño cuando subió acompañado de su esposa Claudia y sus tres hijos al estrado que le prepararon en el Salón de la Fama de los Vigilantes de Texas, ubicado en el Ballpark de Arlington.
"Ha sido una gran carrera de 21 años", siguió el 14 veces pelotero del Juego de Estrellas y 13 veces ganador del Guante de Oro. "Gracias a todos mis compañeros de equipo por venir, tuvimos grandes años, siempre jugamos juntos. Quiero agradecer a los fanáticos de Texas y a todos los fanáticos del béisbol. Gracias a todas las organizaciones con las que jugué".
Además de Texas, Rodríguez también vistió los uniformes de los Marlins de Florida, Tigres de Detroit, Yankees de Nueva York, Astros de Houston y Nacionales de Washington. Con los Marlins ganó la Serie Mundial del 2003 y con los Tigres jugó la de 2006.
Era obvio ayer que Rodríguez, quien además de todo su talento siempre mostró sus emociones como pelotero, estaba realmente afectado. Minutos antes de que tomase el micrófono, lloró mientras escuchaba a Tom Grieve, quien fue gerente de los Vigilantes hace dos décadas, contar cómo fue que el club lo encontró en Puerto Rico, sin duda una de las mejores firmas en la historia de la franquicia.
Fue por eso, básicamente, que Rodríguez le pidió al departamento de prensa de los Vigilantes que no se permitiesen preguntas durante la rueda de prensa. "Era demasiado fuerte para él", afirmaría después Scott Boras, el agente que le acompañó toda su carrera.
"Cuando eres pelotero, nunca anticipas este día", contó Boras. "Pero le dije, 'Pudge, este es un día de reflexión, donde realmente vas a entender lo bendecido que has sido en la vida. Un día de júbilo. Y de eso debe tratarse. Es hora de dar gracias a todos. Y ciertamente no es el fin de nada. Es el comienzo de una nueva dinámica en tu vida".
Y eso fue lo que hizo Rodríguez, buscar el lado bueno de este adiós intercalando las lágrimas con sonrisas una y otra vez. Rió cuando escuchó a Nolan Ryan, el presidente de los Vigilantes, hablar de un pelotazo que le dio en un juego inter-escuadra y, al mismo tiempo, poner en duda que el boricua le había dado un jonrón.
"Yo sí me acuerdo que te bateé un jonrón, de verdad", aclaró el ahora exreceptor cuando fue su turno de hablar. "Batearte un cuadrangular a ti no es fácil. Así que me acuerdo".
El auditorio, encabezado por Rafael Palmeiro y...
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