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Una despedida como él hubiese querido

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Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

Unos peregrinaron solemnes, entre lágrimas, en silencio. Otros, en cambio, sacudieron sus penas agitando sus hombros y caderas, mientras bailaban bomba siguiendo el llamado de los tambores.

Pero esta no fue cualquier danza. Era un baile invocando al arqueólogo, historiador, etnógrafo y antropólogo don Ricardo Alegría, quien falleciera el pasado jueves dejando una herencia que abarcó todo ámbito cultural. Así, entre melancolía y celebración, decenas acudieron ayer a decir adiós al inolvidable caballero de elegante camisa blanca.

El pueblo, discípulos, familiares, amigos y figuras de la cultura y la política asistieron al velatorio de don Ricardo en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en el Viejo San Juan, para integrarse a las guardias de honor y a la fiesta que comenzó en la mañana y que se prolongaría hasta las 10:00 p.m.

Uno de los que no faltó fue Walter Murray Chiesa, férreo promotor de las artes populares y compañero de don Ricardo en variadas instancias. Por ejemplo, cuando Murray dirigió el Programa de Artesanías y Artes Populares del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) o cuando ejerció dicho cargo en el Centro Ceremonial Indígena de Caguana, Utuado; dos de los proyectos que Alegría gestó con trabajo y devoción.

"Don Ricardo fue siempre la inspiración y él es el verdadero padre de la artesanía puertorriqueña", expresó afligido, exhibiendo la medalla de la Fundación Alegría, iniciativa a través de la cual Alegría reconocía a personas e instituciones que contribuyen a la cultura nacional. "Fue un regalo muy especial que me hizo", afirmó Murray, quien al contemplar su alrededor mencionó que el velatorio se transformó en "una fiesta maravillosa para ese amigo del indio y del africano".

A su vez, para el escultor Phil Sumpter, quien reside en Puerto Rico hace una década, la realización de las medallas de la Fundación Alegría -que don Ricardo le comisionó- todavía representa uno de sus grandes logros por haber trabajado para "ese corazón tan noble".

El licenciado Héctor Luis Acevedo, experto en derecho y proceso electoral, subrayó que quiso ir a despedirse de quien "nos dio tanta vida regalándonos el fruto de nuestra cultura, que la custodió como si fuera su hija".

Por su...

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