Después de la tormenta

ORLANDO PARGA FIGUEROA

EXSENADOR PNP

Sin excusa a los desaciertos de la Administración saliente, el liderazgo progresista no puede escapar tan fácilmente a la responsabilidad acumulada que arroja el saldo fatalista de 2012.

El primer triunfo electoral del PNP en 1968 se inspiró en la lucha ideológica estadista y la promesa de un cambio en los estilos de gobernar, proyectado en la cultura política de Luis Ferré.

A la sombra de ambas, el PNP monta una poderosa maquinaria y suplanta al Partido Popular Democrático (PPD) como el partido de más amplia base electoral de Puerto Rico.

Con el paso de los años, entre triunfos y derrotas, como flores marchitas, el liderato progresista va dejando en el camino los ideales y principios que motivaron las aspiraciones del pueblo pro americano estadista.

Una insólita tolerancia a la proliferación de actos de corrupción durante las administraciones del PNP, corroe la dignidad colectiva del ejército de ciudadanos que sudaron la patria y levantaron la bandera institucional del partido en sus barrios y...

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