DESTINADO PARA EL ESTRELLATO

lomar fue firmado por los Padres de San Diego en 1985, cuando apenas tenía 17 años. Tres años más tarde, ya tenía puesto el uniforme del equipo mayor e iniciaba lo que sería una increíble carrera en las Grandes Ligas.

Poco necesitó para comenzar a llamar la atención con su guante y su bate, y para la temporada de 1990 tuvo su primera de doce apariciones seguidas en Juegos de Estrellas.

Durante la temporada muerta de 1990 fue cambiado a Toronto, sin saber el impacto que tendría su presencia en su nueva casa.

En su primer año con la novena canadiense bateó para .295 con nueve cuadrangulares y 69 carreras remolcadas. Las cifras fueron en aumento cada año, al punto de acumular promedio de .307, 55 cuadrangulares, 451 carreras anotadas y 342 remolcadas durante las cinco campañas que defendió los colores de Toronto.

Pero fue su actuación en la postemporada lo que le ganó para siempre el cariño de los fanáticos canadienses. Alomar fue fundamental en los dos títulos que conquistaron los Azulejos.

En el 1992 se destapó su ofensiva en la Serie de Campeonato de la Liga Americana frente a los Atléticos de Oakland, cuando bateó para .424 con 11 inatrapables en 26 apariciones al plato, cuatro carreras...

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