Determinante el 2011

Por Fernando Ribas Reyes

fribas@elnuevodia.com

No es noticia su preferencia de equipos. Es una cosa entre hermanos.

"Ahora mismo no soy Cardenal. Ahora le voy a Bengie y a los Rangers", bromeó Yadier, hermano del también receptor de los Vigilantes en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

El mayor de los Molina va en busca de su segunda sortija de Serie Mundial. Yadier y su también hermano José ya tienen una.

En realidad, Yadier no le es infiel a los Cardenales, ni tan siquiera en la temporada libre. San Luis ha sido su única casa en las Grandes Ligas en su carrera de siete temporadas, incluyendo el 2006 cuando ganaron el campeonato.

Y quiere permanecer Cardenal luego de que termine en el 2011 su actual contrato.

"San Luis es una ciudad que me ha gustado desde que empecé. Siempre me ha acogido. Allí tengo mi casa, estoy a gusto allí", dijo.

No es para dudarlo.

Unas de las principales muestras de cariño que recibió Molina de parte de la ciudad fue la recepción que le hicieron en el Busch Stadium en agosto.

San Luis fue en ese mes a Cincinnati, a una serie de tres juegos, con un partido de desventaja en el liderato de la División Central. La serie se calentó desde un principio. Cincinnati tenía tres ex Cardenales en su roster.

A la menor provocación, Molina salió en defensa del equipo en una pelea 'limpia dugout'. Sus Cardenales terminaron 'barriendo' la serie y tomando el comando de la División.

Al regreso a San Luis, Molina fue aplaudido como un héroe de guerra.

"Fue muy bueno. Es una fanaticada que reconoce lo que uno hace. Ellos siempre te hacen sentir bien", dijo. Pero también fue contraproducente, reconoció brevemente el jugador.

"Cuando le ganamos la serie Cincinnati, creíamos que ya nadie nos iba a bajar", dijo del momento que causó el descenso de los Cardenales y el reascenso de los Rojos.

Próximo está el 2011, una temporada determinante para el futuro de Molina.

Es su última temporada del contrato de cuatro años que firmó en el 2008 a un valor de $ 15.5 millones.

No es que peligre su futuro en las Grandes Ligas o en San Luis; un guante y un brazo como el de Molina consigue trabajo hasta de portero en la NHL, la liga de hockey sobre hielo.

Además, a sus 28 años y considerado el mejor receptor defensivo en las Grandes Ligas, Molina no debe tener problemas en una aventura por la agencia libre.

"Si no se da algo con...

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